Suerte / No. 232

La ciudad-suerte
 
 


Suerte volver
como si la ciudad no se hubiera ido,
como si no hubiera abandonado
nunca a sus hijos.

Es mi plato en la mesa
que brilla cuando refleja
mi insomnio,
la luz el sinónimo
de estar vacío.

Duele mi cuerpo,
cansado, triste,
náufrago que no aprendió nunca
el camino para volver a casa
(aunque nunca tuvo una).

Mis pies son el destino,
la voluntad de caminar
mientras repito:
“Sí, debí nacer con suerte”.