Editorial / No. 232





La suerte no tiene una única forma. Se aparece, buena o mala, y sabemos que está ahí. Ninguna explicación causal la sustituye porque siempre llega acompañada de un halo de sorpresa, aunque, irónicamente, nunca dejamos de estar a la espera de su visita.

La SUERTE llegó a esta edición como lo hace en la vida: en dosis breves —la mayoría de los textos son cortos— y con caras misteriosas. En algunas colaboraciones tiene una máscara de amuleto, en otras de azar, de superstición o de casualidad. Pero también hay quienes hablan de ella como algo que se atrae o, en la otra cara de la moneda, como algo que se padece, según la circunstancia que la rodee.

Iniciamos el dossier con un cuento breve de Mar Adentro, titulado “¡Menuda suerte ser agua de fuente!”, en el que la mirada de la autora transforma un ciclo natural en un encuentro maravilloso. Le sigue el poema “La ciudad-suerte”, de Mónica Vázquez-Sámano, cuyos versos encarnan un vaivén atravesado por la añoranza y la búsqueda incesante del hogar. Carmen Macedo Odilón continúa la atmósfera citadina en “Trayectos”, un cuento que desenmascara la inseguridad que a veces pensamos como mala fortuna. Luego, en el ensayo “En la inmensidad”, de Leonor Courtoisie, un Montevideo solitario y veraniego es el escenario a través del cual “brota la voluntad invisible de que ocurra lo imprevisto”.

Nos transportamos a los cielos con los versos de “El horóscopo del afortunado” de Pablo Hoz, para quien incluso las diosas ponen en las manos del juego y del azar nuestro destino terrenal. Le sigue un cuento escrito por Leonorah Izher, “Posibilidades de Teresa” cuya protagonista tiene un extraño don para percibir eventos sobrenaturales. En “Un autobús atrapado”, poema de Pablo Rodríguez, un encuentro fortuito entre dos miradas revela el ir y venir de presencias invisibles.

Después, el ensayo “Suerte” de Casandra Cruz Vázquez es un recordatorio de que hay experiencias que desbordan las certezas de la racionalidad. Comparte este tono “La rueda de la fortuna”, de Luis Fernando Rangel, una serie de cuatro poemas breves que entrelazan rituales, desgracias y esperanzas. En su cuento “Dos pájaros de un piedrazo” Erick Hernández Morales barajea la buena y la mala suerte de un joven atrapado en un turbulento itinerario entre las apuestas, un paro estudiantil y las drogas.

Alondra Alonso nos lanza un volado con su poema visual “Media suerte” y, mientras la moneda sigue al aire, Ulises Flores Hernández busca en su ensayo la fórmula precisa entre una buena dosis de suerte y perseverancia como ingredientes para una escritura exitosa. La penúltima colaboración es el poema “La monja” de Eduardo Paredes Ocampo, que describe un hallazgo agridulce entre la multitud. Finalmente cerramos esta sección con “Rituales”, un cuento breve de Gael Montiel que siembra en nuestra mente la pregunta que nunca abandona a la suerte: ¿Por qué?

La primera parada del Carrusel es “Suerte de cuatro” una minificción de Sandra Valeria Rodríguez Cid que conjuga lo peor y lo mejor del destino en un pequeño ser. Le sigue un Heredades dedicado a Almudena Grandes: una breve entrevista realizada por Clemente Guerrero a la escritora cuando recibió el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska. A propósito de ello, van nuestros agradecimientos a Javier Martínez y a la Secretaría de Cultura de la CDMX por las imágenes de cortesía. En Entre Voces publicamos una entrevista de Uriel de Jesús Santiago Velazco a la pareja de coleccionistas David Pérez Feregrino y Lola Izurieta, a propósito del proyecto Lotería de Artistas, una actualización del tradicional juego en manos de grandes artistas del país. En Bajo Cubierta Ofelia Ladrón de Guevara reseña El infinito en un junco, un ensayo de Irene Vallejo sobre los momentos más luminosos y oscuros de la historia del libro.

En Tinta Suelta, nuestra querida sección de cómic, tenemos “La piedra del bosque” en manos de Muy Kuay Nicolai Lee, una historia donde la mística de la naturaleza es la brújula del destino. Y, como siempre, agradecemos a cada artista que comparte su trabajo con la revista: a Cecilia Andrade, Priscila Alexa Macías Mojica y Alba López por las fotografías y los collages, y a Darío Cortizo, LIVO, María Fernanda Quiroz Lora y Punking724 por los ingeniosos trazos de sus ilustraciones.

Parafraseando aquella famosa frase, que la (buena) suerte te acompañe, querida, queride, querido, lector.

Aranzazú Blázquez Menes