Reinvenciones / No. 223

Tratado pluvial


Llueve. No. Chispea. Gota tras gota. Una tras otra. Ritmo irregular. Ahora sí, llueve. Poco a poco caen más. Gotas gordas, pesadas. Comienzan a golpear lo que encuentran. Es tarde. Llueve en la ciudad y su fauna busca refugio. ¿Por qué? Existen quienes la odian. La lluvia no quema, moja. Lo mojado se seca. No entiendo cuál es el problema. Pero también hay quienes la aman. Transfiguran la lluvia en ideales y metáforas. La despojan de su naturaleza. Se convierte en escenario de los besos más románticos, de reencuentros dramáticos. Aparece cuando el protagonista está triste. También es personaje, leitmotiv. Perfume. A la gente no le gusta mojarse, pero ama la esencia que impregna al pasto, al aire o al asfalto. Induce al aislamiento. O es pretexto para arrejuntarse más a alguien. De ella nacen clichés como las tardes con café y un buen libro. Las gotas chapotean en los vidrios y generan música improvisada. Hay videos con su sonido que duran dos horas. La lluvia es purga: limpia la cochambre en los cielos de la ciudad cuando la acompaña el viento; expulsa las congojas. El Gran Diluvio regeneró la vida en la Tierra. La llovizna es la esperanza ante las ardientes sequías de los campos, pero si se transforma en tormenta podría inundarlos y pudrir la cosecha. La lluvia condenó a Tacha a la prostitución cuando se llevó a la vaca de su familia. La lluvia ha sido explotada en la literatura: metáfora de llanto o de una emboscada, es pretexto para hablar del tiempo y de la soledad. La lluvia me recuerda a los campamentos donde la aprovechábamos para iniciar una asquerosa guerra de lodo, o a la vez que gracias al infernal tráfico de Periférico tuve que correr bajo ella para alcanzar a mi mamá en el hospital, o a cuando se inundaba mi viejo departamento que tenía una fuga en la tubería de la cocina, o a la vez en la que me di cuenta de que x y yo no éramos compatibles porque a él le molestaban unas cuantas gotas en su traje, o al día en que llegué tarde a casa porque el metro se inundó y a pesar de eso recibí un castigo. Si la lluvia no es sólo agua que se precipita, ¿qué es? Rain, pluie, chuva, quiahuitl. Poema, maldición, augurio, coartada. Su acción en español es un verbo impersonal. En inglés y en francés es necesario un sujeto, el dummy subject; si no, ¿quién llueve? Embellecer lo cotidiano es redescubrir el mundo. Poetizar la vida para encontrarle un sentido. Resignificar, reconfigurar. Re-conocer. La lluvia son estrellas. Lágrimas de un dios triste. Sudor febril del planeta. Violador de Dánae. La lluvia no es meteorología, es perpetuidad cíclica. Regresan los perros a proteger sus territorios. Los amantes paran de besarse. Soledad sonora. Goteras celestes. Delgadas y finas. Menos. Hilos mojados. Remate. Coda. Cesa.