Reinvenciones / No. 223

Testales


Casa rota
Las almas de Hermes dejaron sus cuerpos cuando el planeta explotó. Están condenadas a flotar en medio de la gracia y el olvido de Dios. Ellas miran el centro de su hogar y piensan con ingenuidad: algún día volveremos.


Hoy al caminar por la calle,
un hombre me vio con mirada de parca: sofocante, contagiosa. Espero no ser su tipo.





Neta me caga la gente que no se quiere cuidar a sí misma ni a los demás, me encabrona que no traigan bien puesto el cubrebocas, y más si vienen de otro planeta! En serio que no piensan en nadie más que en ellos. Entiendo que la atmósfera no se cierre por cuestiones de negocios, pero no veo por qué no cuidarse. Gente, si vienen de otro planeta, han viajado y regresado o conviven con otros seres, cuídense! El virus no es real hasta que le toca a alguno de sus familiares. Conozco a un tipo que viajó a Ares para revisar cómo iban en la cadena de su restaurante y volvió como si nada, no se contagió pero sí a sus familiares, a sus abuelitos. O también el caso de una chica que ya tenía síntomas y aun así la dejaron entrar a Keppler VI. No hay que dejarse llevar por otra gente pendeja que diga que el virus no existe, o sea, este bicho tiene siglos, afecta a cualquiera que no sea terrestre, y ni así entienden! #QuédateEnCasa #YoMeQuedoEnMiTierra