Cicatrices / No. 238

Algía



 

          Mi cuerpo tiene memoria.

Me levanto y soy de piedra.

          Mi cuerpo tiene memoria.

Columna vertebral de hierro fijo
clavada y testaruda 
piernas-raíz entretejidas con las sábanas.

          Mi cuerpo tiene memoria.

Y ese dolor como un gong
que retumba y exige un lugar donde anidarse.

          Mi cuerpo tiene memoria.

Me vuelvo gato y me estiro
rompo cada fibra acorazada
me escucho crujir como hoja seca
chirriar de bisagra ennegrecida.

          Mi cuerpo tiene memoria.

Habito un dolor sordo
equívoco
intranquilo.

          Mi cuerpo tiene memoria.

El repiqueteo en las sienes
y los vasos estrechos y concisos
los párpados de arena
la cabeza llena de niebla
el pie derecho que zumba
y se estampa como abeja en la ventana
el salitre que abrasa mis venas
y se atrinchera justo debajo del pulmón izquierdo
las manos y los pies anquilosados
poco antes del amanecer.

          Habito mi cuerpo en silencio.

Si eligiera gritar
no podría callarme nunca.

          Mi cuerpo tiene memoria.

Yo soy la que lo olvida.