Cicatrices / No. 238

Una grieta en la pared




Una grieta en la pared
juega a ser inocente,
pero observa
mejor que cualquier fuego humano
la imposibilidad de las coincidencias.

La he visto ladear la cabeza
en un tono de provocación,
con la total seguridad
del fango y la arena movediza
y de quien vive en el pasado.

Se equivoca al pensar
en la gratitud de los tiempos cíclicos,
aquellos farsantes de sueños
y prestidigitadores del pensamiento.

Y a su conveniencia
crea un pacto con los años
para mirar el dolor ajeno
sin percibir su propia huella.