El dossier que enseguida se presenta surgió a raíz de mi participación en el Festival Latinoamericano de Poesía FLAP! 2008, que se llevó a cabo en la ciudad de Saõ Paulo, Brasil. Ahí tuve la oportunidad de conocer el trabajo de un puñado de escritores jóvenes de distintas latitudes del continente. Este encuentro fue un descubrimiento; fue encontrarme, de pronto, con un orbe diverso y, en muchos casos, afortunado. Y es que la mayoría de los participantes (casi todos con una o más publicaciones propias en sus países de origen) resultaba casi totalmente desconocida para una gran cifra de lectores mexicanos (incluido el que esto escribe). En honor a la verdad, el desconocimiento era correspondido por parte de los vates del resto del continente. Así, me quedaba la honda impresión de que existen ciertas fracturas, no ya estéticas ni estilísticas (puesto que, por decirlo de alguna manera, y esperando no ser peyorativo, las poéticas sudamericanas rigen gran parte de la poesía actual de nuestro país) sino simple y llanamente de distanciamiento geográfico que dan como resultado el amurallamiento, en gran parte de los casos, del quehacer literario, convirtiéndolo en un trabajo aislado e incomunicado entre distintos escritores. En un afán de disolver esas fronteras, inefables pero salvables, brotó la idea de la presente selección.

La división zonal responde a la necesidad de otorgar cierto orden, cierta uniformidad a una heterogeneidad ya de por sí difícil de encuadrar. Y es que, si comenzamos diciendo que parte del problema de incomunicación radica en las lejanías geográficas, resulta congruente que empecemos por fragmentar el territorio para presentar una parcela al lector mexicano. Entonces, no habiendo más punto de partida que las latitudes, comenzamos con una fracción del trabajo poético de escritores que, azarosamente, nacieron en países del Cono Sur (Argentina, Chile y Uruguay, para más datos) entre los años 1974 y 1982.

De entrada aclaro que la selección de poetas y poemas es, para citar un lugar común, abiertamente arbitraria. Responde, como he dicho líneas arriba, al azar de un encuentro en Brasil. Con ella no se pretende delimitar o agotar las líneas y los derroteros que la poesía sigue en esos países; más bien, imaginando un mapa, he resaltado con un marca-textos rutas diversas hacia distintos destinos, cada una con un paisaje propio, una flora determinada y una fauna singular. Cada una es, a su modo, un sendero que el lector recorrerá para llegar a un destino final: la poesía.

Luis Paniagua Hernández (San Pablo Pejo, Guanajuato, 1979). Es poeta y ensayista. Estudió Literatura en la UNAM. En el año 2000 obtuvo el primer lugar de poesía en el concurso José Emilio Pacheco, en 2004 el premio en el mismo rubro en el concurso de Punto de partida y en 2008 el primer lugar en el certamen Décima Muerte. Ha sido incluido en las antologías Crimen confeso (2003), Un orbe más ancho. Cuarenta poetas jóvenes de México (2005), Los mejores poemas mexicanos (2006), Anuario de poesía mexicana (2007 y 2008) y La luz que va dando nombre. Veinte años de la poesía última en México: 1965-1985 (2007). Es coautor de los libros colectivos Espacio en disidencia (2005) y Al frío de los cuatro vientos (2006). Ediciones de Punto de partida publicó su primer poemario: Los pasos del visitante (2006).