No. 159/EL ALUD PÚRPURA/MESA 4


 

Alejandro Albarrán Polanco

 

 



Por la boca muere el pez

1
Eso que soy. Eso que se es. Se va llenando, se va vaciando, molde moldeado a mi
forma. Eso que si no está en, está entre. No entiendo la filosofía, sus filos, incisiones, no me gusta lo punzante más que en el bajo vientre, pataditas, vamos, pequeños pies, niños corriendo, en mi bajo vientre, abajo. Más bajo, no digas nada. Lo lactante sí, porque la madre y por las tetas y por este amanecer, calostro agrio, probadita del día, pámpano de la mañana. Eso que comienza con la luz, Eso que se filtra, Eso que va formándose y me forma.


2
¿Qué es Eso? ¿Tilo que cae y sedimenta? Ven, a oscuras. Bésame en el bajo vientre, y ve, ahí hay constelaciones, ve, hay mapas cambiando de ruta, ve, hay caballos, ¿hay caballos a galope?, ¿escuchas cómo corren en mi vientre?, bajo, más bajo. Pero no digas nada, no vengas aquí a decirme que lo sabes todo, porque no quiero, aunque lo sepas, sólo tócame ahí, en el bajo vientre y sé Eso que soy. Y seamos Eso, que acaso es algo, si alguien o algo nos ampara.


3
Eso no se dice. Se mira al sesgo, como se mira la luz en el párpado al cerrar el ojo.

                                           Si lo tocas se escurre
                                           si lo miras se pierde
                                           si lo pronuncias tu 
                                           lengua es un pez
                                           en la profundidad del légamo
                                           y resbala.


Eso no se toca: quema.
Y mejor así vueltos cenizas, y mejor así vueltos escombro y mejor así
                                           mientras más polvo.
Pero si quieres pronunciarlo no hay palabras y se presienten en la punta de la lengua
                                           y son un pez
                                           y se resbala
                                           y nada, nada, nada.


4
He comenzado a ver pequeños peces en las cosas. Si te acercas a Eso, encontrarás a un pez muy pequeñito, y nada más. Las esquinas de las cosas tienen peces, los contornos de las cosas tienen peces, en mi bajo vientre hay un pez inquieto, un pez que nada y se retuerce, un pez que nada y lo revuelve todo.


5
De Eso estoy hablando. Si no me puedes entender entonces para.


6
Eso tiene un pez muy dentro, Eso es un pez. Eso es una cosa y el pez otra, pero es tan sutil la diferencia que a primera vista no puede distinguirse. Ven, acércate, pon tu mano aquí, escucha cómo todo Eso se derrumba.

 
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Alejandro Albarrán Polanco (Ciudad de México, 1985). Estudió Creación Literaria en el Instituto Literario de Veracruz y Música en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana. Fue becario, en el área de poesía, del Programa Estatal de Estímulos a la Creación y el Desarrollo Artístico del Instituto Veracruzano de Cultura (2006-2007) y de la Fundación para las Letras Mexicanas (2007-2009). Ha publicado en revistas como Tierra Adentro y Este País, entre otras. Ha sido incluido en Muestra de literatura joven de México (FLM, 2008) y A través del Espejo (Polonia, 2008).