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Como afirma Jen Hofer en el texto de presentación a la muestra de poetas que da tema a este número, Los Ángeles es una ciudad sin fin: mancha urbana que se extiende a lo ancho y a lo largo hasta difuminarse en orillas abiertas al mar o a tierra adentro. Amalgama de culturas, de migraciones, de colores, de lenguas, de ambiciones, el otrora pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles se erige hoy en meca de fantasías. Reino de asfalto, esconde su pasado poblado de gambusinos y petroleros en telarañas de freeways y rompe todo esquema e intento de estereotipo.
Acorde con el carácter heterogéneo de la ciudad que nos ocupa —motivo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2009— publicamos un dossier a cuatro voces compilado por la poeta y traductora Hofer, una muestra de cuatro jóvenes autores radicados ahí, cuatro acercamientos contrastantes entre sí como las distintas vertientes de su ciudad misma: Andrew Choate, Sarah Suzor, Douglas Kearney y Jane Sprague.
Presentamos también otro conjunto de textos de factura notable: un ensayo de Paul Medrano, “Él, que fue volcán”, sobre la pertinencia de la lectura del gran Malcolm Lowry; “Un pez dorado y un loro”, relato entrañable en la prosa sosegada de Arturo Vallejo; “Prestidigitaciones”, cuento de estructura singular escrito por el ecuatoriano Eduardo Varas, y un ensayo sobre el popular género del epigrama, de corte un tanto académico y tratamiento por demás ameno, a manos del poeta Luis Vicente de Aguinaga; amén de la colaboración de dos jóvenes autores, felices hallazgos para esta publicación: Pablo King y Judith Santoprieto, y de la mirada lúcida de Rodrigo Martínez a la obra del poeta veracruzano Francisco Hernández.
El número está ilustrado con el trabajo de la fotógrafa californiana Christina Fernandez, a quien agradecemos el habernos compartido imágenes de tres de sus series: Sereno, que da cuenta con aliento poético del contraste entre espacios urbanos y naturales en una zona al noreste de la ciudad; los austeros interiores de Space Available, y varias de sus propuestas para Los Ángeles Billboard Project. Estas fotos son una rendija por la cual asomarnos a las muchas caras de esta urbe, y el formato panorámico utilizado en algunas —como la que engalana nuestra portada— hace referencia también a lo extendido del territorio angelino.
Por último, quiero agradecer encarecidamente la colaboración entusiasta de todos los participantes en este número de cierre de año, e invitar a nuestros lectores a atisbar en estas páginas un espacio a la vez conocido y sorprendente, reino de sueños desde el nombre mismo: la ciudad de Los Ángeles.
Carmina Estrada
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