No. 151/EDITORIAL




El 18 de septiembre pasado tuvo lugar la premiación del Concurso 39 de Punto de partida en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, nicho natural de este proyecto desde 1966. En una cálida ceremonia, la mesa estuvo ocupada por escritores que publicaron en la revista o que ganaron este concurso en los inicios de su carrera —Agustín Monsreal, David Martín del Campo, Mauricio Carrera y Rosa Beltrán, actual directora de Literatura; Sealtiel Alatriste, coordinador de Difusión Cultural, y la fundadora de Punto de partida, Margo Glantz, a quien debemos la creación de este espacio emblemático para la nueva creación literaria de México. En el mismo tono de remembranza, agradecemos la colaboración en este número de la narradora y poeta Cristina Rivera Garza, ganadora también de este premio en 1984, quien en El árbol Genealógico ofrece a nuestros lectores un relato de factura impecable y título por demás sugerente: “Gregorio Samsa se despierta en Asia (y además es mujer)”.

En esta segunda entrega concluimos la publicación de los trabajos ganadores en el certamen; esta vez toca el turno a la traducción literaria, con dos versiones de la obra de poetas canónicos: el primer lugar lo recibió el novísimo Rodrigo Círigo, quien con audacia y rigor encara a “Little Gidding”, parte de los Four Quartets que consagraron a T. S. Eliot como uno de los autores más importantes de la lengua inglesa. El segundo premio corresponde a la traducción de seis poemas de otro grande, Derek Walcott, en la versión precisa del sinaloense Óscar Paúl Castro.

Presentamos, en el rubro de cuento, “El miembro del Insurgente”, de la hidalguense Alicia Olmos, quien sin excesos recrea la cotidianidad de una prostituta de Chiapas y su fortuito acercamiento al Ejército Zapatista, en una abierta referencia a la bíblica Magdalena; y “La confesión”, de Enrique Nájera, descarnada reivindicación, plena de humor, de la discutida premisa “el fin justifica los medios”. En crónica, Alejandro Valenzuela retrata con tono periodístico el quehacer cotidiano de un gremio poco conocido: los encargados del cuidado y preparación de cadáveres para su estudio en la Facultad de Medicina de la UNAM; e Ingrid Solana nos lleva con prosa tersa al mundo de su infancia en el Istmo de Tehuantepec.

Como cierre de la sección de premios, los ganadores en las categorías de artes visuales: el juego de abstracciones y texturas en “Seriación espontánea”, de Heriberto Olguín; y “Aparalelepipe”, ejercicio fotográfico que combina la geometría y la arquitectura urbana, de Carlos Martínez Rosas Landa. En El Reseñario, Silencia, poemario del chiapaneco Balam Rodrigo analizado por Luis Jorge Boone; y Chesil Beach, novela reciente del inglés Ian McEwan, a cargo de Rodrigo Martínez.

Por último, invitamos a nuestros lectores a consultar la sección de concursos literarios nacionales e internacionales y a participar en el nuevo certamen de Punto de partida, cuya convocatoria encontrarán en estas páginas y en www.puntodepartida.unam.mx y www.puntoenlinea.unam.mx