No. 121/CUENTO BREVE

 
Fin


Roque Azcuaga Varela
CENTRO UNIVERSITARIO DE ESTUDIOS CINEMATOGRÁFICOS, UNAM



azcuaga-roque01.jpgEl cuchillo dio dos pequeños rebotes en la alfombra y brincó basta su mano, cerrando los dedos lo atrapó en el aire. De regreso rumbo al cuello, el cuchillo, recogía la sangre que había manchado las paredes de la sala y cerró de tajo la herida que cruzaba su garganta. Un par de pupilas se dilataron. El eco desfragmentaba poco a poco los gritos que habían inundado la casa, parecían 39 gotas de agua que se unían como un chorro entrando por la boca hasta su tráquea. Y todo quedó en silencio. Un pequeño temblor en la pierna izquierda y dio un paso para atrás. De un manotazo abrió otra vez las pesadas cortinas, y la oscuridad de la habitación fue succionada con fuerza por la luz de la ventana. Caminando por la sala recogía las sillas que antes había pateado. Entró a la cocina y colocó con fuerza el cuchillo sobre la mesa, se puso su chamarra, y poniendo llaves salió de la casa, haciendo todo de contrario.

La puerta lo escupió hacia la calle. Y
ahí estaba la misma ciudad temblorosa y hambrienta. Y él tenía que vivirla en viceversa. Cerró los ojos apretándolos. Y dijo:

—Mierda.



 Dibujo de David Becerra, Tec de Monterrey, Campus Ciudad de México