No. 128/NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2004

En este número de fin de año, El Árbol Genealógico presenta a un escritor que partió hace poco de estas páginas y ocupa ya un lugar merecido en las letras mexicanas: Hernán Bravo Varela, poeta, traductor y crítico literario, ganador del premio de poesía Punto de partida en 1999, año en que también recibió el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino, y que hoy comparte con nosotros “Sobredorado”.

En nuestra sección dedicada al concurso literario y gráfico de la revista, llegamos ya a la cuarta entrega. Ésta corresponde a los ganadores de mención en viñeta: la estupenda serie “Mar de complacencias”, de Manuel Díaz, uno de cuyos dibujos aparece también en portada; en ensayo, “Traducir el poema de la naturaleza”, reflexión de Nydia Pineda de Ávila a partir de “Correspondances”, de Baudelaire; en poesía: “Café Bagdad”, fragmentos de un poema extenso de Jorge Betanzos Montesinos; y en traducción, la versión al castellano hecha por Martha Pérez Isunza al sobrecogedor relato “Secret Observations on the Goat-Girl”, de Joyce Carol Oates.

Esta edición contiene además los cuentos ganadores de primero y segundo lugar en el Concurso Nacional Interuniversitario de Cuento Juan José Arreola 2004, convocado por la Casa del Lago y la Dirección de Literatura de la UNAM, así como varias colaboraciones notables: “Tres sonetos culinarios” de Víctor Cabrera, afortunada síntesis de poesía y gastronomía; “El cruel Cronos”, de Dan Ruiz, y “Monito maniquí”, de Daniela Bojórquez, becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas. Por último, Carlos Pineda nos invita a leer Mi hermano el alcalde, nueva novela del colombiano Fernando Vallejo, autor de la aclamada La virgen de los sicarios.

Queremos terminar esta presentación con una noticia que nos es grato comunicar a nuestros lectores. De manera simultánea a este número de la revista, hemos publicado también Moscas, niñas y otros muertos. Antología de cuento joven, primer título de las Ediciones de Punto de partida. La Dirección de Literatura refuerza con esto su vocación de difundir la obra de jóvenes creadores y retoma esta serie, heredera de los libros colectivos y cuadernos de taller y seminario editados por Eugenia Revueltas y Marco Antonio Campos en las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado. Nos enorgullece sobremanera que la Universidad Nacional Autónoma de México siga asumiendo gustosa —a pesar de las políticas culturales imperantes— el riesgo de impulsar, a través de la revista y ahora de esta serie, estas y otras muchas nuevas voces literarias.