No. 136/EDITORIAL 

 


Punto de partida difunde, amén de la creación literaria de jóvenes estudiantes, la de nuevos artistas gráficos. Este número presenta, en nuestro Árbol Genealógico, la serie fotográfica “Guadalupe Gavillera”, producto de la lente de Barry Domínguez, artista que colaborara con esta publicación en los albores de su carrera, en la década de los años ochenta, y que hoy comparte generosamente su obra con las nuevas generaciones. Además ofrecemos, en páginas centrales y portada, seis grabados de la serie “Premoniciones” que dan fe de la madurez gráfica de Mario M. Reyes, ganador en dos ocasiones del concurso convocado anualmente por esta revista.

La sección de poesía incluye esta vez una selección de dos escritores por demás interesantes: cuatro poemas de Víctor Cabrera, encabezados por su “Cancioncilla checa”, oda a Ludmila, la sirena de Praga, plena de ironía y humor veladamente pornográfico. Le siguen cinco poemas de tono un tanto mineral, escritos por Raquel Barragán Aroche, feliz descubrimiento para esta publicación.

Presentamos también un cuento de Miguel Tapia, estudiante de la Sorbona y miembro de El Taller de París, grupo de escritores que se reúne semanalmente en esa ciudad; un relato de Alberto Sandoval, ganador de un certamen literario convocado por la Facultad de Ingeniería de la UNAM, y un ensayo de Rodrigo Martínez sobre la narrativa de Severino Salazar, escritor emblemático del regionalismo, fallecido el año pasado, y quien hiciera de su natal Zacatecas el escenario de su obra vasta.

La quinta entrega de ganadores de Punto de partida está dedicada a un solo texto: “Tiempo muerto”, fragmento de novela con el cual su autora, Isabel Chavarría, recibió mención en el Concurso 36 de Punto de partida.

Para concluir, una reseña extensa de Tiempo de Guernica, primer poemario de uno de nuestros colaboradores cercanos, Iván Cruz Osorio, a cargo del también poeta Luis Paniagua. Invitamos a nuestros lectores a compartir esta mirada al dolor a través de la poesía de Cruz Osorio.