Diez poetas de Guanajuato (1982-1996) / No. 209

Guanajuato, 1989





     Antes que volar
                 NACÍ antes que la nieve
   después de oír
                                                                                                         a los pájaros.




A las ocho en punto


Hoy hace 28 años nací a las ocho en punto
no existían los coches que están estacionados
afuera del departamento
era un camino
donde veía hacia adelante
con una mochila llena de puntillas
ahora rasco la pipa
mientras wacheo VH1 todo el día
Hoy hace 28 años nací a las ocho en punto
y le dijeron a mi mamá
que no me pusiera nombre
que me abandonara
porque no era su hijo
se habían equivocado
disculpe, señora,
su cosa ésta
nació muerto
y mi mamá
aceptó el torso
de un perro con sarna.




Días bañados de nieve

Nunca creí que el tiempo se oxidaría
que las playas se volverían ácidas
           quedarme seco de la boca después
           de beber tanta agua
ahora estoy en un cuarto de pánico
                                                      devorándome

muerdo con fuerza
para aferrarme otra vez a las banquetas

al sol

a las estrellas de papel maché que titilan
entre el cableado eléctrico

al ladrido de un perro

al pestañeo de un desconocido mientras camino

a las voces que brincan a mis orejas

a los sueños

al pequeño momento de abrir los ojos y contemplar
la pared de mi habitación

anhelo el retorno de mi fotografía instantánea
                                                               salvar el tiempo que se colgó de mi cuello
y pulirlo con un poco de saliva.



ALZO LA VOZ PARA CONFESAR que soy víctima de la depresión
y del alcoholismo
de la codependencia
de los golpes y maltratos y de XVIDEOS
de robar libros
de buscar ojos en la calle
de los tatuajes mal hechos
de la música buena
de alimentar a los perros de la calle con Pedigree
de escribir mi número telefónico en los baños de la Comer
de clavarme en mis pensamientos rebobinando escenas
donde no soy Iván
Alzo la voz para confesar que escucho a mis antepasados
cuando estoy solo en mi casa
y que me siento en la orilla de mi cama pensando en cómo
hablar con ellos
Soy víctima de los cigarros Camel
de revisar tu perfil diez veces al día para ver si
algo ha cambiado
Soy víctima del sol y del algodón con glicerina
de Coppel
de mis padres
de mi exnovio
de las autopistas que no me llevan a ninguna parte
de mis piernas que no quieren buscarte
de mis dedos
de mi piel
de la gente del camión cuando me observa
del olor a invierno
de mi ventana
de los barrotes oxidados de mi ventana
de los vidrios rayados de mi ventana
de las aspirinas de la cocaína del cristal de la mariguana de mi diabetes de toda la tierra que
   incendié en mis escapes al cerro
de los hombres que me violan cuando estoy ebrio cuando tengo los ojos rojos de ti de ti en mi
   cabeza estallando en millones de imágenes donde siempre sonríes y donde nunca te vas cuando sé que
soy víctima de todo lo anterior
y especialmente
de mí
cuando alzo la voz                     en anonimato.





Desde la silla de plástico

Olvidamos a nuestros hijos
al cruzar la puerta
porque no supimos hablar con encías fumigadas
            te escribo
para que olvides
el juego de tatuarnos el pecho
           es una voz desde el vacío
                                           de noche
de cementerio.




Estoy deshidratado por beber fotografías

Para Octavio Sixtos



eres
un
corazón
en
mi bolsillo agujerado               te dije
y me gustaría estar juntos
siguiendo un camino donde no soy popular
Estoy deshidratado de beber fotografías
y mi lengua tiene sed de tu torso de leche
Tengo la necesidad de arrancarte los huesos
de dibujar con marcador tu nombre
siempre palpitante hermoso y volátil como las bolsas de plástico
en todo mi cuarto gris.






Iván Mata. Estudió la licenciatura en Letras Españolas en la Universidad de Guanajuato. Poemas y cuentos suyos han sido publicados en Sombra RojaGrezzaMonolitoAlternativasArgonauta y El Humo. Participó en el Fondo para las Letras Guanajuatenses (2015-2016). Es miembro del taller de creación literaria de A. J. Aragón.