Editorial / No. 202


“Escribir crónica implica romper el cerco que nos separa del otro.” Eso afirman en su presentación a este dossier los periodistas Emiliano Ruiz Parra y Daniela Rea, antólogos de la muestra de crónica que ocupa las páginas de este número de Punto de partida. En un mundo donde la capacidad de asombro es rebasada diariamente por la violencia e intolerencia que campean en la vorágine de información en la que estamos inmersos, qué mejor género que la crónica, esa que implica romper el cerco, para derribar los velos que, muros al fin y al cabo, se ciernen sobre nuestros ojos.

Así, Rea y Ruiz Parra han compilado una muestra con un título por demás acertado: “México en catorce voces”. Catorce cronistas, seis mujeres y ocho hombres —varios de ellos egresados de esta Universidad Nacional— que abordan sucesos ocurridos a lo largo y ancho de la República Mexicana con enfoques estilísticos variados, desde la nota perodística tradicional hasta estructuras narrativas que tienen mucho que ver con las del cuento, el ensayo e incluso la carta. Todas, sin embargo, fieles al principio de su género: el apego a la verdad, a la realidad que se vive, nos guste o no, en nuestro país. Esta selección de textos está acompañada, a manera de discurso paralelo, por una serie de imágenes con claro contenido de denuncia curada por Stephani Sánchez, profesora de la Facultad de Artes y Diseño, quien ha reunido para este número obra de maestros, egresados y estudiantes de esa instancia académica. Otra forma de hacer crónica.

Por si fuera poco, la victoria de Donald Trump en la elección presidencial de Estados Unidos ha convertido a México en uno de los depositarios visibles de la ira del empresario gobernante, y aunque es cierto que la intolerancia no empezó con su campaña, ésta visibilizó el racismo, la xenofobia, la misoginia que subyacen en una parte de la población del vecino país —vemos cada vez con más frecuencia y alarma manifestaciones de este tipo en redes sociales—. Pero la construcción de un megalómano muro fronterizo, motor de la campaña del empresario, no sólo se erige como símbolo de exclusión —resguardarse del Otro, la amenaza— sino que se ha convertido también en una metáfora de la resistencia de ese Otronosotros. Desde el día de la toma de posesión de Trump se han sucedido marchas en todo el mundo que desmienten los datos esgrimidos por la Casa Blanca para justificar la construcción de una obra que remite a trágicos momentos de la historia de la humanidad.

Por eso, en congruencia con la postura asumida por la Universidad Nacional, Punto de partida comparte con sus lectores una crónica gráfica que atestigua la rebeldía en el mero corazón del imperio: el fotoperiodista Antonio Turok, a quien agradecemos encarecidamente su generosidad, viajó a Washington en enero pasado para registrar las manifestaciones sociales alrededor de la toma de posesión del presidente electo y comparte con nuestros lectores, en la sección Del Árbol Genealógico, cinco fotografías que forman parte de un extenso fotorreportaje sobre el tema. La imagen como denuncia. La denuncia como vía de resistencia.

Hacemos, desde este espacio, votos porque nuestros jóvenes puedan construir un mundo donde la equidad y el respeto a la diferencia sean la tónica y no la excepción.



Carmina Estrada