Trece poetas (1990-1998) / No. 201
 
Ciudad de México, 1993





De Jesucristos y alfabetos



Fueron cayendo
          una
                    a
                          una,

partidas a             la mitad,
as letras de tu nombre:

la que fuera u se volvió manca
vocalinterjección de mis lamentos.
Y la e en caligráficos dibujos
del mar de mis apuntes se volvió

                        ccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccc
                           ccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccc
                        ccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccc
                           ccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccc

             Y de las s, dos por cada año,
sólo quedan las siluetas de los cuellos
que abrazados
pasaban los oníricos naranjas de los días.


La J
es la única que me queda,
porque se arraiga a mis pestañas
como la punta de un anzuelo
que se niega a soltar el lagrimal.
Si miro hacia arriba, en el anhelo de mirar al cielo,
me arranca ápices de sal cuajada,
y acabo mirando abajo,
para verla en un vaivén burlón:
          jota orgullosa
          jota cobarde
          jota miedosa.
Basura que le pido a todos
me soplen del ojo,
en especial a los desconocidos
de habla inglesa,
a la orilla de los bares.

Es una bíblica memoria
que me llora de un solo lado.
Yo que soy la más magdalénica
figura de barro que suda sexo,
la única virgen de yeso que en lugar de sangre
llora esperma con sabor a soledad
y bilis que te reviste
del negro de mi hambre.

Ya no creo
porque me volví tomasino
de la nariz a la planta,
pero agnóstico del entrecejo
a la razón.
Cristo huidizo,
pilar del polvo enamorado
que alguna vez
te erigí monumento de mi sexo.

En realidad no eres más que cualquier otra jota,
alfabética Judas de mis hartazgos.
Pero siempre, aunque no lo creas,
encuentro consuelo en saberme
de tus vigilias, pensamiento.
Porque también soy letra,
y más que letra, oración.
Soy la t an†icrís†ica de tus culpas,
la † que no lloras
sino que traes incrus†ada en el ojo izquierdo;
soy el crucifijo que devoto cargas
como la cruz de tus errores,
viacrucis de tus defectos.



Vagón reservado para mujeres y niños


I (Andenes por la derecha)

El último vagón se llena
de un sollozo ahogado que va de norte a sur.
Y el correr sexual de las naranjas piernas
condensa el andén en una aguzada discreción.
Las fauces de concreto oscuro nos permiten
un sexo eléctrico, chirriante y la respiración ceñida al pecho:
metáfora del deseo matutino.


II (Próxima estación Tacuba)

Gemidos de metal que se deslizan
Hacia
        Abajo
Un tulipán se abre en medio de los túneles,
su fruto es niebla, botón de tela.
Los trenes chirrían en el vaivén de nuestros cuerpos
Tambaleantes
      henchidos al contacto ajeno.


III (No hay servicio en la estación Revolución)

Caricia incógnita.
Treinta cuerpos se mecen en la duda,
treinta ignaros pregúntanle a la mano que los toca
la estación en la que el efímero amor ha de partir.
Sesenta manos discuten entre sí
los rostros que las ciegas manos no adivinan,
pero frotan afanosas por saber.


IV (Correspondencia con
Línea 3 Indios Verdes-Universidad)


Cada destino marca una ilusión en forma espesa,
reloj de arena del sudor sobre las ingles,
cronómetro del semen destilado en las líneas de emergencia.
Aquélla
es la rehuida de un placer que se consuma
en un tonto despertar de la quimera
que forjan las manos en su búsqueda
con otros dedos el roce trapecista.
Pero a la llegada a su destino
sólo torpes encontraron miembros de humo,
revestidos en vello opaco y transparente.

Mampara de cristal que sólo vende
el alma falta, la verga urgente.



Tonatiuh Higareda. Pasante de la carrera en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM. Se especializa en la generación de estrategias de contenido y de marketing para social media y web. Es director general y editor de Revista Morbífica. Publica en varios medios y suplementos culturales alrededor del país. Es miembro del consejo organizador de la Feria de Revistas y Publicaciones Periódicas Independientes (FIRPPI) desde 2014. Actualmente es editor web y content producer para los canales de Larousse, Alianza y las diversas editoriales de Grupo Hachette Livre en Latinoamérica.