POESÍA/No. 192


 

Danza de la muerte



José Emilio Hernández Martín

Universidad del Claustro de Sor Juana
 

 

 

I


Una estrella cae incendia el mar una voz propaga un rumor de acabamiento Una mujer se estrella contra un árbol un hombre corre a su encuentro es su padre el auto envuelto en llamas grita agonía se confunde con el cielo negro la mujer que quemó y murió la noche del cinco de febrero es velada dos semanas después Al bebé lo cremaron las cenizas dieron vida a un ciruelo una araña cava la tumba en las hojas entierran a los muertos Una mujer joven sale a la calle ahí está su sueño florecido apenas su espera se sube a un automóvil lo maneja un hombre de ochenta años come un plátano escuchan una canción sin letra el auto recorre la ciudad a ciento veinte kilómetros por hora se detienen por un helado ella lo pide de guanábana él no lleva su dentadura postiza le duelen las encías desde hace treinta años quiere morir hace diez y hace cinco quiere ser padre de nuevo sus hijos lo han abandonado La joven lo besa el hombre de ochenta años rompe las costras de su sonrisa él le propone matrimonio ella se rehúsa confiesa que es hombre el viejo de ochenta años invita a todos un helado después de eso se promete jamás salir de su casa Lo encuentran dos meses después muerto en posición fetal con una nota en la frente que no decía nada Una mujer negra canta la canción/ con la que ahorcaron a su padre noche/llora porque no sabe la letra/llora porque no sabe la letra Ramas mecidas por los árboles como viento por la respiración como un gato movido por la barda hueca el mar el mar el mar el mar que se encuentra tan lejos abierto de olas alejado de lo lejano ya no se escucha el incendio de la Marea Un padre lleva a su hijo a la escuela una mujer de falda corta se le insinúa en el estacionamiento el padre le invita un trago a la mujer de falda corta ella dice soy casada el hombre le ofrece los ojos más hermosos que ella haya visto la mujer acepta recibe una llamada telefónica suelta la mano del padre y sale del restaurante es su marido quiero el divorcio ella se tapa la boca camina entrecierra los ojos quiero el divorcio camina camina hace meses que me cojo a tu hermana la mujer cierra los ojos y camina Un automóvil a ciento veinte kilómetros por hora atropella a la mujer de falda corta muere al contacto el hombre que tomaba un trago pide la cuenta y sale del restaurante La caja de pañuelos no se acaba por los ruidos de la noche los fantasmas pegados a la pared masturbándose lamiéndose unos a otros riendo como hienas Un niño calvo usa gorras todo el día porque le da vergüenza que los otros niños sepan que su padre murió en la guerra le dio mucho miedo salir de noche dos balas le atravesaron la espalda salieron limpias de un lado a otro Una roca se desmorona en mi mano el cerro se desgaja páramo vacío En la ciudad un cuarto una mujer sin brazos ve la ventana una llama la hoguera una cuerda Aquí está mi sueño mi espera aquí está mi mano sobre otra mano que sostiene un arma aquí está mi lengua rabiosa aquí está mi hombre obeso al lado de mí en la cama de mi madre con su gato obeso aquí está mi divertimento de noches el tiempo convertido hoyos en los dientes aquí está el tiempo convertido en el fondo del mar sin fondo Mi cementerio mi danza mi espera mis arrugas aquí está mi puta mi zorra mi jinetera mi maldito imbécil todo mi pecho refulge insurrecto de todas mis muertes estrella en mi tierra en llamas Alíviame pues historia infame historia sin fin alíviame de todos los que viven dentro de todos los que muerden Tú alíviame de las rocas de las espinas de ojos bizcos y piernas volteadas brazos velludos sin lengua sin hombro derecho Canto por el derrumbamiento canto por el tipo que no llega por una espera tantas esperas de tantos árboles de cuerdas sueltas una espera agónica un último minuto Dónde están las tortugas que sostienen el mundo dónde están los monstruos que dividen los océanos dónde están los bosques dónde está Dylan like a fucking rolling stone dónde está mi madre con su mano sobre los centenares de frentes dónde está mi padre llevándome de paseo en automóvil a ciento veinte kilómetros por hora dónde está la muchacha del helado dónde está el hombre dónde está mi novio que tanto amé dónde está la mujer que se llevó el mar y que no he vuelto a ver dónde está mi pecho mi llagada córnea dónde están mi padre y mi madre juntos dónde está mi matrimonio mi ebriedad mis hijos enfermos dónde está mi huida mi sur dónde está mi novia dónde está ella cogiéndome dónde está el poema que escribo como pendejo dónde está ella tomando la mano de cualquiera dónde está ella en la calle dónde está ella viéndome dónde está ella con su cara que no es de ella pero sí es ella pero que no es ella que no es mi ella que no es su ella dónde estoy yo parado dónde están todos quiero estar allí morirme solo dónde está chicago riéndose de todos nosotros dónde está mi sonrisa inerte dónde está el desierto dónde quedaron todos dónde quedó mi abuela cuando estaba viva empolvada yerta en un sillón crustáceo con la boca llena de dulces amargos Un hombre se sienta en su silla a escribir una carta deja que los dedos le sangren a torrentes a relámpagos a tormentas tornado de hojas vuela sobre mi cabeza esto es nada aquí esto allá sí no siempre nunca nada para nada no sé quiero estar solo quiero estar muerto no quiero que la muerte me tome por sorpresa quiero dejar de escribir quiero sentir que puedo no hacer quiero poder separar las cosas y no separar nada Ola suave mar de olas Ven acércate llévame lejos de aquí donde las cosas no pasen tan seguido para que les diga a tus padres que sí que sí que sí para que les diga a los otros que está bien que todo va a estar bien no hay problema para decirles a todos que estamos bien Esto no es un poema esto es un grito esto es un hombre perdiéndolo todo esto es una mujer que no existe esto no es un camino esto no es un poema es una langosta es un niño que come ostras esto es las manchas en la boca del niño esto es el cabello de un hombre calvo esto es una vieja haciendo deporte es un hombre tirado en el baño de una cantina desnudo esto es mi sueño es mi espera es una mujer hermosísima vestida como un mono como un mono en la cama Un adolescente llega a nueva york se pierde en el museo de arte moderno se masturba en central park camina por broadway se le pierden los zapatos se queda sentado en la cuarenta y siete y broadway y por el resto de su vida resuelve laberintos publicados por un periódico local es feliz sus ojos se nublan no puede ver más el adolescente que ahora es un viejo recuerda el día que llegó a nueva york recuerda el día en que se perdió en el museo de arte moderno recuerda el día en que perdió sus zapatos recuerda el día que se quedó ciego recuerda los laberintos recuerda la pintura que no entendió y llora en broadway y la cuarenta y siete el anciano llora porque lo recuerda todo se queda en silencio muere nadie se acuerda de él Déjame entrar déjame entrar déjame entrar déjame entrar déjame entrar a tus olas de siempre a tus pupilas de sal déjame estar en tus espumas cálidas déjame entrar a tu selva oscura de palabras no me toques con tu serpiente mortal calma las angustias del hombre promedio tonto e insulso calma la fiebre de mis piernas calma las preocupaciones estúpidas de la muerte calma el viento frío calma el frío y las mareas de la oscuridad comienzo desde la oscuridad a reconstruir la jornada se parte en diez mil ya no estoy ya no sé quién soy la playa se acaba aquí no queda nada que decir una estrella cae incendia el mar propaga el acabamiento como la primera chispa una ola un relámpago la voz todo se quema en un mismo grito

 

 

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II


Lengua mitad de un océano hambriento miembros entre mil espaldas Una cantante negra de los treinta sube a un escenario sucio y canta sobre su padre asesinado Piernas que se abren manos que se frotan calientes Música sin partitura un baile oscuro dentro de un hospital amarillo Noche que avanza sobre la avenida angosta Avanza y los niños salen a jugar bailan gritan cerca de la hoguera que han hecho sus propias madres Sal ola salada Rompe sola Rompes ola Rompe ola Lejana Un hombre desnudo se sumerge en el estero Romper de una ola un casco metálico un paso sigiloso la noche blanca oscura ventosa se muere frente a nosotros Una mano encuentra otra mano cerca el suelo suave apenas se tocan apenas miran ambas manos olor terciopelo las manos se rodean se pierden enferman señalan cargaron primero el cadáver de la otra Ver nada en un pozo de cien manos idílicas Langosta marmórea grano por grano se arrastra en el sueño arena espaciada tiempo Un rezo tres rodillas sangran una voz un campo soleado un camión una llanta pinchada tigre absorto por sus propias rayas jaula polvosa tigre tallado en cincel por roca de cantera tiempo dividido en dos cerca lejos ahora después ayer siempre hasta luego nunca tiempo líneas saltando entre las épocas El brazo de una anciana palpado por la enfermera la aguja encuentra una vena apropiada dedo en la vena azul la enfermera levanta sus dedos cruzados entierra los ojos en el brazo de la vieja introduce la aguja en el brazo y en la vena y en el cuerpo de la anciana suelta un grito que nadie escucha la enfermera ríe llena dos tubitos con sangre la anciana muere esa noche de un infarto deja que me vista para la fiesta de tu prima te ves bien no te quedan esos zapatos mejor quítate la peluca rubia nunca me gustó no te queda el pito falso cuántos murieron qué dicen nadie sabe dónde están qué pasó Un cocodrilo mató a un hombre blanco y obeso en florida sus hijos no dieron declaraciones su esposa se quitó la peluca después de treinta y cinco años y pidió disculpas por no haber llorado pero se excusó diciendo que su marido blanco obeso calvo miembro del ku klux klan era pésimo cogiendo y prefería a los hombres negros a las mujeres sin piernas o a los menores de edad Una vela derretida un mar sin olas mar sin olas una ola tras ola tras ola tras otra en la arena ola de arena Torso desnudo un cocodrilo un mar sin fondo una mujer negra es ahorcada una mujer canta la canción de cómo fue asesinada una tormenta lluvia incendio bosque de niebla Un mono sube a un árbol mira el mundo y ve amor come un plátano observa la tarde recorriéndose el cielo palpita en la garganta del mono es el cielo más hermoso que el mono ha visto El mono se rasca la cabeza y termina su plátano Imagínate mamá en un cohete espacial tú y yo en el silencio mamá desaparece mamá quédate en el espacio espacio ahí hay un espacio por qué nadie puede vivir en el espacio porque no hay espacio para vivir qué hay en esa habitación papá no debes entrar en esa habitación nunca hijo de puta y sonríe come de tu helado qué es un poema que no habla de nada como éste es un grito un escupitajo de nada que sale por inercia una respuesta al horror ésta es mi respuesta mi aullido mi caminar errante por las calles atestadas de mierda éste es mi sueño éste es mi departamento en los suburbios desordenado el mismo departamento que jamás voy a comprar porque me voy a morir antes de comprar un puto departamento éste es mi baile ésta es mi enfermera esto es mi poema que no vale nada éste es mi árbol sin raíces ésta es mi novela fallida sobre la guerra donde perdí a mi hermano donde confundí a mi hermano con el enemigo y le disparé éste es mi premio de joven dramaturgia gerardo mancebo del castillo ésta es mi juventud ésta es mi dramaturgia éste es mi joven muerto tan temprano ésta es mi nada a gritos ésta es mi enfermedad éste soy yo entrando a un cuarto sin ventanas éste soy yo muerto ésta es mi lengua víbora sobre una alfombra persa que ha absorbido sangre de otra alfombra persa a la que se le ha caído una copa de vino alfombra oscura y negra fiesta negra y oscura sin sentido mientras todo pasa allá afuera mientras todo arde fuera nosotros nos quemamos entre un cigarro y el humo del anterior estas palabras son las de un discurso sobre el acabamiento son palabras acabadas que nadie va a escuchar porque no soy tan joven ni tan virtuoso no queda tiempo para asesinar ni crear mi tiempo culmina con estas palabras en ésta brindo mientras todos aquí alejados de la ventisca hasta otra ventisca de lodo Quiero poner aquí todas las palabras que conozco quiero poner esta vida aquí mismo aquí con todos los que ven el llanto imbécil de cualquiera que tiene espejos por ojos quiero poner aquí todas las personas que conozco esto es mi tumba mi epitafio ojalá nadie tropiece conmigo y diga AAAAAAAAA y se caiga y muera donde estoy yo enterrado aquí quiero poner el sueño de no dormir en dos años aquí la vida que no empieza termina que está aquí mismo como en el norte el frío detiene acá nos detiene el ruido de voces en las paredes un montón de piedras Déjenme por favor decir esto en mi funeral déjenme levantar mi cuerpo mi torso desnudo de noches para servirme un vaso de leche agria déjenme gritar una vez muerto que mi pecho no sana que mi frente arde que el consuelo no existe para los desesperados y que la angustia es angustia siempre no hay alivio ya lo he visto todo me voy a levantar de esta silla y todo se va caer Una sirena ahogada en la tierra otra sirena corta su cola para venderla otra sirena sacándose los ojos por la ternura y el hambre la misma sirena comiendo a la sirena ahogada en la tierra la sirena del renglón anterior entra al mar y se reproduce con un sireno apuesto y adinerado nunca vuelve a disfrutar nada Al final de su vida recuerda a la sirena ahogada que devoró hace tanto tiempo y siente compasión llora la sirena se ve a sí misma frente al espejo muere en su propia amargura esa amargura que pocos comprenden ésa de ver el pasado y recordar lo poco lo doloroso Hoy sé que voy a morir soñé que salía a caminar y unos hombres me subían a un coche me golpeaban me encerraban en una cárcel de maíz avioncitos surcaban mi cielo preso e imbécil Un laberinto de maíz Ésta es la última carta que voy a escribir porque tengo miedo de que me sangren los dedos una cuerda ensangrentada una mujer que se asfixia unos hombres hacen chistes metidos en la oficina

Un señor medita en la cama sobre el porqué de su vida, medita por qué tiene que ser el señor ese señor que tiene un tatuaje en el culo. El señor se desnuda e intenta mirar su tatuaje en el culo, pero se da cuenta de que su vista ha empeorado con los años. El señor es tan ciego que no distingue lo que dice su tatuaje. Probablemente el señor tiene tatuado en el culo un corazón rojo con el nombre de una muchacha inscrito en él. El señor que meditaba sobre el porqué de su vida en su cama va a la cocina y tras no encontrar un cuchillo va al baño y saca un cortaúñas después regresa al espejo con el cortaúñas y prueba arrancarse el tatuaje del culo con el nombre de una muchacha, pero no puede porque sus dedos son demasiado gordos para asir con precisión el cortaúñas y llora. El señor que meditaba sobre su vida llora hasta que no le quedan lágrimas y vuelve a la cocina, saca una botella de vino, baja las escaleras y coge las llaves de su auto, pero al no encontrar las llaves de su auto recuerda que nunca tuvo suficiente dinero para comprar uno y sale de su casa. El señor que meditaba sobre su vida camina ahora por una calle. La noche avanza por el vecindario oscuro el señor que meditó sobre su vida avanza con la noche a cuestas, se detiene en un McDonalds. Entra. Después de pedir una bigmac y un Mcrefresco de manzana y unas Mcpatatasfritas decide Mcdesnudarse frente a todos y Mctirarse al suelo lleno de Mcgrasa. Después entra a la cocina y mete su cabeza en el Mcaceitehirviendo de las Mcpatatasfritas. Muere sin haberle dicho a nadie que estaba enamorado de su compañera del sexto “E”. Se murió sin haberle dicho a su madre que fue él quien rompió la ventana del baño ese día que nadie recuerda.

Esto no se dice esto se escribe esto no se puede escribir por eso tuve que hacer una lista que pocos van a entender justo como nadie entendió al señor que meditaba sobre su vida así me voy a morir yo en una calle hoy el día tal del año tal en una calle con nombre de fecha importante esto es una marcha esto es un paso vestido de voces esto no es un poema esto es una garganta hecha añicos me miré la mano y no vi una mano vi la cara de mi padre haciendo gestos incomprensibles vi una mujer que caminaba lentamente con un niño a cuestas vi a otra mujer colgada en un árbol vi un hoyo y después vi cientos de hoyos más estoy aquí María esperando una llamada la tuya me gusta esperarte me gusta esperarte me gusta ese sonido me gusta tu sonido cuando rozas la sábana me gusta tu sonido cuando no eres tú y cuando sí eres tú me gusta cuando me cortas con tus pestañas aquí voy a estar entre toda esta basura enterrado en la mierda entre gusanos y biblias aquí te espero aquí espero mi vida aquí espero a mi vida mi vida mi vida te quiero tanto que a veces no puedo hablar Perdón si te dejo sola pero esto no es un poema y yo no soy ningún personaje famoso ni medallista olímpico Tengo los dedos rojos de tanto pasar las páginas Un pájaro pica mi espalda voy a voltear y voy a desparecer

 


José Emilio Hernández Martín (Ciudad de México, 1993). Estudiante de Escritura Creativa y Literatura en la Universidad del Claustro de Sor Juana. Ha sido becario en dos ocasiones por la Fundación para las Letras Mexicanas y la Universidad Veracruzana en el área de Dramaturgia.