CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA FÓSFORO / No. 185


 

P3DN3J05 la juventud desde Perrone



Adalberto Pagola Santiago

facultad de filosofía y letras, unam


Premio categoría licenciatura
 
 

P3ND3J05
Raúl Perrone
(Argentina, 2012)

 

11-pagola.jpgP3ND3JO5 es fruto del redescubrimiento que ha hecho Raúl Perrone del cine del ’20,1 cosa que podemos observar no sólo porque está filmada en blanco y negro, en formato 4:3 y además utiliza intertítulos, como el cine silente, sino también por los planos —una secuencia de ella insertada en el tercer acto— que recuerdan La pasión de Juana de Arco (1928) de Carl T. Dreyer, además de El acorazado Potemkin (1925) de Sergei Eisenstein. Por lo demás, el mismo director ha descrito bien su película: “una cumbiópera en tres actos y una coda, para ver de corrido”.2

Es cierto que ésta es su estructura y difícil resulta el pormenorizarla; no obstante, bien se puede hacer el intento, claro está: en el primer acto, un joven skater tiene un problema con un vendedor de droga; en el segundo, dos jóvenes amantes, uno de ellos skater, enfrentan dificultades por la diferencia de edades; en el tercero hay más problemas y un trío en escena, una joven embarazada que quiere arreglárselas sola, un chico que cree que ésta es su chica únicamente por haber dormido con ella, y un skater que le repite a él que quizá debería intentar algo con un flaco. He aquí los tres actos de P3ND3JO5. La coda, por su parte, sólo es accesible al verlos; sin embargo, a decir verdad, la película debe considerarse sin separar sus actos —no es gratuito que sea una cumbiópera para ver de corrido— y viendo lo común en todos ellos.

Pues bien, desde el mismo título se nos advierte que lo que sigue es una obra sobre los jóvenes, porque si bien puede prestarse a interpretaciones erradas, ya que no es desconocido por nadie que la palabra “pendejo” es una ofensa, debemos notar, empero, la forma en que se escribió el título: no es exactamente aquella mala palabra, y de este modo se advierte que su significado no es el primero que llega a nuestra mente. Es preciso ir, en el diccionario de la Real Academia Española, hasta la séptima acepción para encontrar lo que ese título parece querer indicarnos: “pendejo es la denominación vulgar en Argentina y Uruguay para los adolescentes, los jóvenes”. ¿Por qué es ésta y no otra? La grafía del título nos da la pista, porque ella es parecida a la ke alguno5 jóvne5 dspliegan hoy, e incluso otros no tan jóvenes.

Ellos, ciertamente, son tema común en la filmografía de Perrone; según ha dicho él: “La adolescencia siempre estuvo presente en mis películas porque a mí me interesa mucho la mirada de los jóvenes y no la de los adultos.”3 En verdad, algo siempre se muestra desde una u otra perspectiva, y la de Perrone respecto a los jóvenes es la de estos mismos. En P3ND3JO5 presenciamos sus problemas, sueños, actividades, opiniones, etcétera, nunca menospreciándolos porque quien dirige la cámara, como ha dicho, los respeta y los quiere.4

Pero este cineasta, que no sale de su natal Ituzaingó, en ningún modo ve sesgada su mirada por el amor y el respeto e intenta hacer un elogio desmedido de esa etapa de la vida. Al contrario, la presenta tal cual es, con todas sus luces y sombras. Éstas juegan un papel especial en el filme, y la fotografía en blanco y negro está hecha a la medida. La juventud, en efecto, se suele pensar con esos colores, porque a veces es muy triste y hasta trágica, pero otras es tan dulce, bella y luminosa como la visión del ser amado. Así, cuando el chico del primer acto está junto a Gime, quien se pinta las uñas, la habitación se encuentra sumamente iluminada; el plano, aquí, es más blanco que negro. De igual modo pasa cuando la pareja del acto dos está a solas, planeando ir a una fiesta: todo es luminoso, mientras la oscuridad está relegada a la otra habitación.

No se puede olvidar, empero, la oscuridad de la juventud: ella —podemos verlo en P3ND3JO5— proviene más que nada de la opresión de los adultos. Y como éstos detentan el control de toda estructura e institución, se entiende que no desde pocos lados los jóvenes son primero menospreciados y después oprimidos: el que Perrone haya insertado un fragmento del noticiario conducido por Guillermo Andino, por ejemplo, no es gratuito, sobre todo por su burlón encabezado: “drama adolescente en Ituzaingó”.

12-pagola.jpg No parece ser un misterio que el paso de los años trae para ciertas personas el menosprecio de su vida pasada, ya que la infancia y la adolescencia son las etapas más maltratadas: la primera se termina concibiendo como una en la que se carece de inteligencia, y así hablamos por ejemplo de “historias para niños”, como si éstas no tuvieran retos intelectuales. La segunda, por su parte, se ve como una etapa de desorden, impulsiva y en la que nada se reflexiona, como el caos previo al orden y la responsabilidad de la vida adulta. Y los adultos en P3ND3JO5 son muestra de ello: sermonean y dan órdenes como si los jóvenes no supieran absolutamente nada, y como si ellos conocieran el modo en que se ha de vivir: “no descuides los estudios”, “no hagas renegar a tu vieja”, “no hagas cagadas, ¿querés tener treinta años y ser un boludo de la vida?”, etcétera.

Raúl Perrone se encarga, con maestría, de poner esto en imagen: la plática entre el chico del acto dos y su papá, contraria a la luminosidad que ya se ha mencionado, se realiza casi a oscuras, como indicando el nulo reconocimiento que el uno tiene del otro. En los demás sermones, por otra parte, los personajes ven al frente casi todo el tiempo, y de este modo sus miradas no se encuentran, cuando éstas son muy importantes en el filme de Perrone. Como canta Franz Ferdinand, los ojos encuentran a los ojos.5 Y así podemos ver los primeros planos del acto dos, donde los ojos de la chica enamorada se encuentran con los del joven que la ama; y también los del tercer acto, donde está la constante mirada acosadora del vendedor de droga hacia el joven skater. Pero los ojos de los adultos que sermonean no encuentran a los de los jóvenes; otra vez parecen indicar el nulo reconocimiento que los unos tienen de los otros.

Extraña es, sin duda, la adolescencia: blanca y negra al mismo tiempo, a veces sumamente luminosa, y otras, muy oscura. Quien filmó P3ND3JO5 sabe esto, y hace uso de toda su maestría con la cámara, las palabras, la luz y el sonido para plasmarlo en formato 4:3. De este modo tenemos paroxismos como el final del acto dos, donde todo es luminoso, y los tres jóvenes saltan de una cama a otra para siempre, porque las sobreimpresiones cobran materialidad al final —como también pasa en el acto uno—, dando a entender que no es un pasado que permanece en forma de fantasma, sino un presente que siempre se ha vivido: la dicha de la juventud. Pero a ésta nunca la abandona la parte oscura, no se puede olvidar. Perrone lo ha expresado con música a todo volumen cantando que la dicha es “tan bonita que se va...”.



1 Cfr. Ana Bugni, entrevista “Una charla cibernética con el director ‘punk’ del cine independiente nacional antes de la presentación de Las pibas en el espacio Le Parc” (7 de agosto de 2013). Mdz onlineLupa, zoom contemporáneo. Recuperado el 19 de enero de 2014 de <http://www.mdzol.com/nota/482069/>.
2 YouTube, “En casa no me quedo–Raul [sic] Perrone – P3nd3jo5” (12 de septiembre de 2013). Video clip en línea, YouTube. Recuperado el 18 de enero de 2014 de <http://www.youtube.com/watch?v=iGsCcxnm38E>.
3 Nayla Madia, entrevista “Raúl Perrone: ‘Con mis películas siempre apunto a una cuestión poética’” (20 de abril de 2013). Artezeta. Revista digital. Recuperado el 20 de enero de 2014 de <http://artezeta.com.ar/raul-perrone-%E2%80%9Ccon-mis-peliculas-siempre-apunto-a-una-cuestion-poetica%E2%80%9D/>.
4 YouTube, “#Bafici 2013–Raul [sic] Perrone presenta P3ND3JO5 ” (14 de abril de 2013). Video clip en línea, YouTube. Recuperado el 20 de enero de 2014 de <http://www.youtube.com/watch?v=2txjegJzMp8>.
5 Cfr. La canción “The Dark of the Matinée” de su primer álbum Franz Ferdinand (2004).

 


Adalberto Pagola Santiago (Ciudad de México, 1991). Cursa el último semestre de la Licenciatura en Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Actualmente realiza una tesis sobre Luciano de Samósata, y escribe crítica cinematográfica en su blog Mapleforth.