poesía alemana actual/no. 170


 

Ron Winkler*



Versiones de Gonzalo Vélez

 

Fotomahlzeiten

Silbergeschirr war das Zaumzeug
des Sonntags, aus der Küche kamen
dampfende Speisen, aus Liebe
Servietten, nichts war uns so nah
wie der Tisch, der den Fortbestand
sicherte. geschlossene Hände beteten
unter ihm hungrige Magerunser,
echtes Stallfleisch, pure Brust,
zum Abschluss ging es immer
ans Eingemachte, die privaten Pflaumen
nach vorwiegend volkseigenen Kartoffeln:
kein Satz war so sauber
geschält, auch wenn die Gespräche
glänzten wie der Foto-
Vater in seinen besten Jahren;
nie zu verhindern am Ende
der Magenbitter einer Müdigkeit
wie von Eulen gemietet.



comidas de foto

vajilla de plata era los arreos
del domingo, emanaba la cocina
vaporosos aromas, de amor
servilletas, nada nos era tan próximo
como la mesa, que nos aseguraba
la continuidad. a sus pies cerradas
manos oraban hambrientos Magrosnuestros,
auténtica carne de corral, pura
pechuga, para terminar siempre
conservas, las ciruelas privadas
luego de papas preponderantemente
nacionalizadas: no había frase tan limpia
de cáscara, aun cuando las charlas
brillaran como el papá de fotografía
en sus mejores años;
inevitable siempre después
de los digestivos una modorra
como alquilada por lirones.



Geweiharchiv

meine Eltern schlugen häufig das Buch
der leisen Streite auf. meist ging ich
in einem solchen Fall mit einem
der drei Hunde meiner Kindheit spazieren.
sie jaulten ganze Idyllen zusammen.
die Schwester spielte Großmutter und hörte
schlecht. die Großmutter selbst hörte gut,
galt aber praktisch als ständig verreist in die Welt
der Walzer. Großvater war bereits
sein eigenes stilles Buch. man las es
aus Fotoalben zusammen. das waren Nachmittage
schwer und verraucht wie die Brokatvorhänge
der guten Stube. grünkohlgrün mit goldener Borte:
jeder Gast lobte die Wahl, dann den Likör.
Besuche waren Friedensfahrten, man übte
Philanthropie und Freiheit: hier spielten Geweihe
die Rolle der Großen Vorsitzenden an der Wand.
nach der Schule begann das Bewusstsein
als Testbild (zweites Programm), es beruhigte,
wenn die Schwester einen ihrer Pickeltode starb
oder Großmutter den Plattenspieler
auf Tango beschleunigte. ich erntete Kleingeld
von ihr, für meine Geduld, und Pralinen.
erst verabscheute ich sie, später waren sie mir
die süßen Zweigstellen des Stammbaums.
sie ließen die Zunge fliehen.



el archivo de la cornamenta

mis padres a menudo abrían el libro
de las disputas calladas. en casos tales
sacaba yo casi siempre a pasear
a uno de los tres perros de mi infancia.
ellos aullaban idilios enteros.
la hermana jugaba a ser la abuela, y oía
mal. la abuela en cambio en efecto oía,
pero se la pasaba todo el tiempo como viajando en el mundo
de los valses. el abuelo por su parte
era su propio, mudo libro. se le leía
juntando álbumes de fotos. ésas eran tardes,
densas y fumadas cual cortinas de brocado
de salón familiar. verde col con borde dorado:
las visitas elogiaban la elección, luego el licor.
tener visitas era como en la Carrera de la Paz, se practicaba
filantropía y libertad: aquí las cornamentas presidían
solemnes las sesiones, colgadas de la pared.
saliendo de la escuela comenzaba la conciencia cual señal
de prueba de la tele (canal dos), calmaba
que la hermana se pasmara por sus espinillas,
también que la abuela acelerara el tocadiscos
hasta tango. yo de ella cosechaba
monedas, por mi paciencia, y bombones.
los detestaba, luego se volvieron
las ramas dulces del árbol familiar.
hacían fluir la lengua.



Maximen auf dem Basar von Manama

Männern vertraue ich generell
keinen Sand an.
        ≈
diese melvilleblauen Tücher hier leuchten zurück
bis ins zwölfte Jahrhundert.
     ≈
wenn etwas wirklich Zucker ist,
enthält es auch Salz.
                  ≈
unter Umständen findet sich hinten im Laden
noch ein kleiner Stapel Idylle.
       ≈
es gibt Früchte, auf die gibt es keine Antwort.
           ≈
Gewinn macht nur der,
der die Präpositionen zwischen Händler und Käufer
zu ändern vermag.



máximas en el bazar de Manama

a los hombres no confío por regla
ni un solo grano de arena.
        ≈
aquí los paños de azul de Melville destellan
desde el siglo doce.
     ≈
si algo en verdad es azúcar,
también contiene sal.
                  ≈
en ciertas circunstancias en la trastienda
se encuentra todavía un trozo de idilio.
        ≈
hay frutas para las que no existe respuesta.
            ≈
sólo obtiene ganancias quien puede cambiar
las preposiciones
entre vendedor y comprador.
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Visite im Haus des verirrlichterten Denkens

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es ist Frühling, die Luft zwitschert in meinen Fingern.
aber ich küsse nicht jeden Zeppelin.
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zu Hause ließ ich eine Sammlung aus Wasser zurück.
ich besitze auch Tauchen.
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meine Ziege ist kalt heute von meinem Innern.
sie dient mir als »Klarheit auf Fell«.
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Schlaf ist der hier vorherrschende Korporal. er wohnt
in den bläulichen Tabletten.
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auf der Straße vor mir stecken Hunderte
rote Handkarren im Stau.
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am Ende gehen wir alle in den pharaonischen Arztschrank
ein.



visita en casa del más errado pensamiento

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es primavera, el aire trina entre mis dedos.
pero no me beso con cualquier zepelín.
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en casa dejé una colección de agua.
también poseo inmersiones.
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hoy mi cabra está fría por lo que traigo dentro.
me sirve de »claridad con pelaje«.
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el dormir es aquí el sargento al mando. vive
en las pastillas azuladas.
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frente a mí en la calle hay por centenas
carretillas rojas atrapadas en el tráfico.
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al final todos al armario médico de los faraones
nos iremos.



ein Fahrzeugprofessioneller im Beichtstuhl zu Babel

ich fahre meist zwei oder drei Taxis zugleich. am liebsten
chauffiere ich Kamelmilchproduzentinnen
von einer Straßenseite zur anderen. Sie verstehen schon,
der Geruch. in die Silberstadt komm ich kaum
einmal, ich werd wohl ein Wanderer am Rand des Schlicks
des Erhabenen bleiben.

ich weiß nicht.

ich entspreche weitgehend der Form
und dem Bezug meiner Sitze. das mündet in mancherlei
Lob vor allem seitens unserer Geiselbürger.
einmal ging mir eine der Sicheln verloren, die mir
zwischen den Laboren hin und her zu transportieren geboten ist.
noch heute spüre ich im Saum meines Hauptnervs
ihren arabesken Glanz.

ungefähr hier.

man muss Lippen bleiben, natürlich. und ein Gefühl
dafür haben, wo der Asphalt einem zuträglich ist.
meist zahle ich für die Inanspruchnahme
meiner Dienste sehr gut. das hab ich von meinem Sohn,
einem Reagenzkind der superioren Behörde.
seine verschlängelte Existenz ist immer bei mir,
wie eine Sonde

die ich zart liebe.

für die Zirkulation tue ich alles. spreche selbst
meine eigene Sprache. es ist ein Segen, auch in ihr
gibt es Stadt und Vehikel. leider auch Sünde: oft träume ich
von Motoren aus reinem Benzin. oder vergesse
die Adjektive. ich hoffe, mir bleibt noch Zeit
für einen weiteren Körper. der Glaube an die Glaubbare
wird mir die nötige Kraft verleihen.



un profesional del volante en el confesionario que conduce a Babel

manejo casi siempre dos o tres taxis a la vez. prefiero
llevar a productoras de leche de camello
de una acera a la de enfrente. eso le explica a usted
el olor. a la ciudad de la plata ni por azar
voy, creo que seguiré cual vagabundo al borde
del fango de lo excelso.

no lo sé.

correspondo en buena medida con la forma
y el tapizado de mis asientos. esto despierta diversos
elogios sobre todo de la parte cooptada de nuestra ciudadanía.
una vez perdí una hoz, me habían encomendado transportarla
de acá para allá entre los laboratorios.
hoy puedo sentir aún en el ribete de mis nervios
su arabesco brillo.

más o menos aquí.

hay que permanecer labios, por supuesto. y saber
percibir en dónde el asfalto resulta más ventajoso.
casi siempre pago por el empleo
de mis servicios muy bien. eso me viene de mi hijo,
un pupilo reactivo de las autoridades superiores.
siempre llevo conmigo su alambicada existencia,
como una sonda

a la que amo con ternura.

por la circulación hago todo. hablo incluso
mi propio idioma. es una bendición que ahí
también haya ciudad y vehículos. maldad por desgracia también la hay:
a menudo sueño con motores de gasolina pura. o se me olvidan
los adjetivos. espero que me quede tiempo
para un cuerpo adicional. mi fe en la Sublime
me dará la fuerza que necesito.

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* Ron Winkler (Jena, 1973). Poeta y traductor. Estudió Letras Alemanas e Historia en Jena. Ha publicado Morphosen (Edition Sisyphos, 2002), Vereinzelt Passanten (poemas, Kookbooks, 2004), Fragmentierte Gewässer (poemas, Berlin Verlag, 2007), Frenetische Stille (poemas, Berlin Verlag, 2010) y Torp. Prosaminiaturen (Verlagshaus J. Frank, 2010). Ha recibido los premios Leonce-und-Lena-Preis, 2005, y Mondseer Lyrikpreis, 2006.