CUENTO BREVE/No. 163


 

Ni regreses si estás con esa ramera 



Ériq Sáñez McEergüeck (Erick R. S. M.)

Escuela de Escritores de la Sogem


¿Qué está pasando?, ¿qué significa ese mensaje? ¿Que te diga qué? ¿Qué quieres que te diga? ¿Yo qué voy a andar sabiendo? ¿Por qué lo hiciste? ¿Dónde? ¿Cómo que dónde?, ¿pues dónde más? ¿Que no te avisé de la junta? ¿No te lo dije cien veces, acaso? En vez de mi culpa, ¿no crees que sea que no me pones atención? ¿Justificar qué? ¿No ves que no podía y me estás haciendo lo mismo…? ¿Pero cómo no me voy a enojar, María? ¿Entiendes lo que dices? ¿Y eso qué tiene que ver? ¿Tú cómo te pondrías?, ¿tú cómo te pondrías? ¿Qué no ves que estaba ocupado? Ya estoy grandecito, ¿no? ¿Pues en qué más?, ¿en qué más? ¿Dónde estás que se oyen tantos coches? ¿Cómo te iba a ver si aquí he estado todo el día? ¿Y para qué iba a ir a esos lugares?, ¿entiendes que ése era mi padre y que yo no soy mi padre? ¿Hubieras preferido que no te lo contara? ¿No te dije que ni las conozco? ¿Qué más quieres que te diga, si no me vas a creer? ¿Quieres que te pase a Tadeo o a Magda?, ¿eso quieres, chingada madre? ¿Por qué no iba a ser la misma persona? ¿No ya hasta has venido? ¿No has visto que tiene sesenta años, María? ¿Otra amiga?, ¿de qué me hablas? ¿Crees que me voy a ir a poner en ridículo como quieres? ¿Pues qué no es obvio que tú, si tú eres mi…? ¿Y no también es importante, si de eso comemos? ¿No ves que es mi trabajo? ¿Por qué te van a mentir? ¿Quieres poner una puta cámara? ¿Qué? ¿De qué me hablas, dónde? ¿Miedo de qué? ¿Y si reviso, María? ¿Por qué? ¿Pues qué acaso no es mío? ¿Por eso lo llevaste a lavar? ¿Cuándo, María, cuándo te he…? ¿En la calle? ¿No te das cuenta de que me tuve que salir para que nadie me escuche hablando contigo? ¿Y quién empezó a ladrar…? ¿No ves que no soporto este martirio? ¿María? Puta madre. Ahora va a decir que yo le…



¡No, no te colgué, se me acabó el crédito! ¿Vas a hacer una tontería de nuevo? ¿Ah, sí? ¡Miren todos, vengan todos; griten si pueden! ¿Así, quieres el altavoz o una maldita bocina? ¿Sí puedes, por favor, Magda?



¿Sí, bueno? ¿No me oye? ¡Digo que bueno! ¡Mire, habla Magdalena! ¡La reunión se alargó y acabamos de salir! ¿Qué? ¡No podíamos contestar! ¡Salimos agotados, no podíamos parar! ¡Pero si incluso lo felicitaron! ¿Cómo raro? ¿Fingiendo mi…?, ¿cómo dice eso, señora María? ¿No se acuerda de la fiesta del ingeniero Cruz? ¡Cruz! ¡Sí, ahí mismo! ¿Mi teléfono? ¿Cómo lo…? ¿¡En qué momento!? ¡Óigame, yo no le permito…! ¡Pues si fue hace dos meses déjeme decirle que ya no uso ese número, por eso le contestó otra persona! ¿Cómo voy a andar haciendo eso? ¡No, señora! ¡Yo no me presto a esos juegos y usted no tiene derecho ni de revisar mis cosas ni de interrogarme sobre mi vida personal! ¿En una fiesta? ¿Cuál música? ¡Mejor le paso a…! ¡Que no! ¡Y déjeme decirle otra cosa, aquí frente a su…! ¡Sí, se la voy a decir!, ¡si vuelve a acercarse a mí la…! ¡Ramera tú, pinche vieja enferma! Vete a calmar a tu reputa madre, Christopher, porque acaba de colgar.
sanez-01.jpg